Los "miguelistas" como punta de lanza del PLD

Convertida en bumerán la denuncia de la conspiración Goico-Kanzki para derrocar el gobierno del presidente haitiano Michel Martelly, el gobierno peledeísta y la campaña del oficialista Danilo Medina se aferran ahora, como náufrago a la tabla, a la creación artificiosa de  conflictos en el Partido Revolucionario Dominicano. El esfuerzo es una desesperada respiración boca a boca a la alicaída candidatura oficialista.

El primer acto de la ópera bufa fue la acusación, con Víctor Gómez Casanova como protagonista, del supuesto plan para matar a Miguel Vargas Maldonado urdido por Guido Gómez Mazara. El abucheo ha sido general y estruendoso, pese a lo cual el Ministerio Público no tuvo empacho en recibir la denuncia. Conste que lo hizo sin averiguar cuál juez autorizó al voluble diputado a interceptar el teléfono de su acusado.

El segundo, otra rueda de prensa en un hotel de lujo, kilométrico arreglo floral incluido, de cuatro de la caterva de vicepresidentes nacionales de la Juventud Revolucionaria Dominicana para rechazar la forma “irrespetuosa y amenazante” con la que algunos dirigentes del PRD hablan del presidente de la organización.

  

El libreto continuó con la conversión en noticia destacada de un mensaje en las redes sociales y a través de la mensajería instantánea por celular enviado por Angelita García, esposa de Vargas Maldonado, encomiando la calidad humana, de consorte y de dirigente político de su marido. Una poética declaración pública de amor y lealtad.

Para completar, Vargas Maldonado anuncia también este jueves, en nota de prensa, la entrega de 105 millones de los que el Estado asigna a los partidos políticos a través de la Junta Central Electoral. ¿Metamensaje, como dicen los comunicólogos? Dar testimonio de su propia gallardía frente a quienes quieren matarlo. Mientras los otros se achican, él se engrandece, parece querer decir.

El más cercano antecedente de disparates consecutivos de propaganda electoral es la publicación el mes pasado de tres encuestas favorables a Danilo Medina en menos de 24 horas. Un verdadero récord en aquella ocasión, ahora opacado por el folclorismo del de esta semana.

Más claro, ni agua. La estrategia del oficialismo será en este último tramo de la campaña, entre otros desesperados recursos, utilizar como punta de lanza a Vargas Maldonado y su gente con el propósito de vitalizar lo que ya les fracasó: presentar a Hipólito Mejía como un candidato tan incapaz que no puede siquiera unificar a su propio partido.  Dudo mucho que les resulte.