lunes, 2 de mayo de 2011

La cabeza de Esquea Guerrero


Aceptados finalmente por Miguel Vargas Maldonado los resultados de la convención del pasado 6 de marzo, el Partido Revolucionario Dominicano parece encaminarse "unido" al proceso electoral de 2012. La preservación de la unidad, es lo que afirman tirios y troyanos sin terminar de convencer a nadie, se ha constituido en eje de la política perredeísta.

Vale preguntarse, sin embargo, cuál es el precio que está siendo pagado por los vencedores en la convención para evitar fracturas que, aun minúsculas, desmejorarían el ambiente interno y reafirmarían en la opinión pública la idea de un PRD incapaz de dirimir sus conflictos sin que la sangre llegue al río. Al parecer, el precio que pagan es la cabeza de Enmanuel Esquea Guerrero, presidente de la Comisión Nacional Organizadora de la pasada convención.

Si esta presunción se confirmara, estaríamos ante un hecho que gravitará pesadamente sobre un eventual gobierno de Hipólito Mejía: el de haber sacrificado al chantaje el ejemplo de probidad, transparencia y firmeza dado por Esquea Guerrero y los demás miembros de la CNO a una comunidad política con demostrada vocación de mercado.

La sociedad dominicana está ahíta de las inconductas que prevalecen en los partidos políticos. Es esto lo que provoca, amén de su trayectoria, el unánime reconocimiento social a la verticalidad de Esquea Guerrero en el manejo de la crisis poselectoral del Partido Revolucionario Dominicano.

Acatar la expulsión decretada por un grupo que prevalecido en su dominio de las estructuras organizativas atropelló la democracia interna e intentó desconocer en los hechos y sigue desconociendo en el discurso el resultado de la convención, sería premiar las peores prácticas políticas, rendirse a la miseria ética, validar la tropelía y, en consecuencia, echar tierra sobre la esperanza ciudadana del adecentamiento de la política y la vigencia de los valores.

Aun cuando Mejía ha defendido a Esquea Guerrero en varias de sus declaraciones, no se percibe hasta ahora su determinación de desagraviarlo reconociendo en él la autoridad legítima que debe proclamarlo candidato. Lo que se ve venir es un connivente dejar las cosas como están en beneficio de una “unidad” cuya fragilidad solo los muy ingenuos no ven.

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo Margarita con tu articulo. Lo que mas duele es que la Comision organizadora
    debio renunciar en pleno ante la expulsion de Emmanuel Esquea, que no debio bajo ningun concepto aceptar el chantaje de los sicarios politicos del grupo Vargas Maldonado y no lo hizo.

    Que nadie se llame a enganos porque la supuesta unidad ni la cree Hipolito, y mucho menos la practica Miguel Vargas.

    Companero Hipolito Mejia por llegar al poder no permina que sus detractores internos, que los desconocedores de su real triunfo en la convencion,expulsen al hombre que hizo posible su proclamacion. Asi no se vale.

    Dinorah Cordero

    ResponderEliminar
  2. Talvez no era el propósito, pero el absurdo castigo inferido a Emmanuel lo ha convertido a él en víctima y a Miguel en verdugo. Eso pasa cuando la política se ejerce en función del resentimiento y la soberbia, y no de acuerdo a la razón y la conveniencia. Excelente enfoque, Margarita.

    ResponderEliminar

Este es un espacio personal que, por lo general, comparto con mis amigos en las redes sociales. Si alguien llega por otra vía y plantea diferencias de manera respetuosa, publicaré sus comentarios. Lo que no acepto son insultos.