miércoles, 30 de noviembre de 2011

El espectáculo del corazón bondadoso

En estos días no puedo dejar de pensar en la calidad de las solidaridaridades subvencionadas por el Estado. Escucho, con persistencia de sinfín, la almirabarada cantaleta de las emociones que brotan de un corazón genéticamente bueno, piadoso, pletórico de conmiseraciones infinitas. Un corazón regocijado por el joven delincuente vuelto al redil, sangrante por la joven mujer vencida  por el cáncer de mama, inundado de dolor por la familia paupérrima que fríe cartón, su único alimento, en un recóndito lugar de nuestra agreste geografía.

Pienso en esta solidaridad y vuelvo a Lipovetsky: la solidaridad como lifting, como bussines. Caridad mediática para el gran negocio, en este caso, de la política. Solidaridad esquizoide, también, porque procura separar la responsabilidad del Estado de aquello en que, precisamente porque se tiene una posición vicariamente relevante en el Estado, se invierte tan infinito caudal de bondades personales.
“Es la hora de las lágrimas en los ojos, de la dramatización de lo vivido, de los impulsos espontáneos y libres del corazón: no de la imperiosa necesidad  de actuar, sino de la teatralización del Bien; la emoción hiperrealista del público catódico ha sucedido al idealismo de la obligación categórica”, dice Lipovetsky refiriéndose a lo que engloba bajo el epígrafe “el corazón y el show”.

La gente desprovista de dignidad. Objeto, no sujeto, de su destino ni de nada. Realty-show de la justicia impartida por la enjoyada mano magnánima que cumple el propósito que Dios tiene para su vida. Y todavía hay quien aplaude.

Lipovetsky se mezcla con Víctor Manuel: “el hombre que inventó la caridad/ inventó al pobre/ y le dio el pan”. Y todo para tratar de lucirse frente a un auditorio inmediato, y al que se supone más allá, como una madre Teresa tropical, voluptuosa, pero concebida para la política sin pecado original. La miseria como peldaño del ascenso. Los recursos irregulares como impulso.
¿Es este nuestro irremediable destino individual y colectivo?

1 comentario:

  1. Siempre me alegro, cuando veo que las migajas que dejan caer, como si fueran un favor, llegan y benefician a algún necesitado. Me alegré enormemente cuando se construyó el Centro de Nutrición niño Jesús en el Instituto Secular Schoenstatt en la Victoria. http://www.primeradama.gob.do/invitacion-licitacion-por-comparacion-de-precios-dpd-lcp-03-2010

    Con esta nota de prensa, he recordado que en unos de mis viajes a Santo Domingo, contacté a la OFICINA DEL CORAZÓN BONDADOSO para solicitar asistencia para dos mujeres que estaban en una situación delicada, y que habían sido retornadas por medio de la OIM desde Argentina y habían sido abandonadas por la ONG receptora, tristemente la BONDAD no estuvo presente en esos momentos, tampoco mostró interés alguno.
    Sería bueno informarnos, si la asistencia que es debida, está presente ahora, con el compromiso que al parecer se ha tomado con las víctimas de trata por medio de Libertad sin Fronteras y participación en el proyecto de UN GIFT. http://libertadsinfronteras.org/

    Integrated and sustained efforts are key in ending human trafficking
    http://www.unodc.org/unodc/en/frontpage/2011/September/integrated-and-sustained-efforts-are-key-in-ending-human-trafficking.html?ref=fs2

    Carla Conde - Freudendorff

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