Las mentiras del Palacio

Nunca he entendido mucho (un cierto prurito me fuerza a no escribir “casi nada”) de economía. Obligada por las exigencias de mi oficio más que por interés espontáneo, he llegado, sin embargo, a conocer lo necesario para no dejarme embaucar por los datos hiperbólicos, sobre todo cuando están insertos en declaraciones políticas. No me gusta que nadie crea que puede tomarme el pelo porque colindo con la oligofrenia. Por eso, cuando algo despierta mi inquietud, me siento frente a la computadora y paso horas navegando en las fuentes originales, que no en Wikipedia, al cabo de las cuales saco en claro algunas cosas.

Por ejemplo, y lo publicó 7dias.com.do, la información oficial sobre el viaje del presidente Leonel Fernández a Libia ha silenciado extrañamente que en realidad viaja para participar en las celebraciones del 40 aniversario de la revolución que llevó al poder, en el que todavía se mantiene, a Maumar el Gadafi. Algunos medios occidentales, posiblemente malintencionados, no sé, anticipan que estas celebraciones serán dignas de Las mil y una noches, vale decir, de un lujo y una fastuosidad alucinantes.

Como Libia preside la Unión Africana, todos los países que la componen están invitados a la celebración, al punto de que el día primero de septiembre, cuando los fastos alcanzarán su clímax, habrá un desfile militar en el que participarán 31 de ellos.

Desde luego, Gadafi no podía hacer tanto derroche sin establecer un molestoso contraste con la realidad de, por ejemplo, 24 de los 53 países que forman parte de la UA, y cuyo per cápita real, según cifras del Fondo Monetario Internacional, se sitúa entre ¡los 1,749 dólares el más alto y 373 dólares, el más bajo! Para acallar su mala conciencia se inventó una reunión extraordinaria, no prevista con anticipación, de la asamblea de la organización.

Libia está lejos, pero no tanto que no pueda ser alcanzada con un clic en la Internet. Quien lo desee puede entrar en el sitio web de la UA y enterarse de todos los detalles, incluyendo los proyectos de agenda de las sesiones, de esta asamblea especial, que no cumbre, como ha dicho Palacio y ha repetido el canciller Carlos Morales Troncoso porque, al parecer, un líder de la estatura del presidente Fernández no puede ir a cualquier reunioncita.

No me crean a mí, visiten http://www.africa-union.org/ y podrán tener más información que la que aquí puedo darles.

Hay tela inagotable por dónde cortar, pero como empecé hablando de mi relación con la economía, vuelvo al tema. Ya con el pie en la escalerilla del avión, y en tono de mea culpa, Morales Troncoso dijo esta perla: “Eso conviene (el viaje) desde el punto de vista cultural y desde el punto de vista de las inversiones y también de incrementar el comercio hacia todo el continente africano. Habrá importantes reuniones con jefes de Estado de Sudáfrica y Angola, que son países emergentes”.

Para quien quiera saber cuál es “todo el continente africano” con el cual se incrementaría el comercio, van estos datos: de los 45 países africanos miembros del Fondo Monetario Internacional, ocho tienen un PIB (producto interno bruto) de entre 21,910 y 11,992 dólares; trece, de entre 6,698 y 2,052 dólares; quince, de entre 1,749 y 1,152 dólares; y nueve, de entre 897 y 373 dólares. El PIB de Sudáfrica y de Angola, los dos países mencionados por el Canciller, es de 10,119 y 6,331 dólares, respectivamente.

Según las proyecciones del FMI para este año, el crecimiento de las economías emergentes (más desarrolladas) de África será de 0.3 por ciento, y todo induce a pensar que la situación no variará en 2010. Hay otro dato interesante que comparto con ustedes: el tiempo comercial a través de fronteras para las exportaciones en el África subsahariana es de 40 días y el costo promedio de transporte (a Baltimore, Estados Unidos, por ejemplo) es de 7,600 dólares por contenedor. Para el África septentrional, el tiempo son 27 días y el costo por contenedor a la misma ciudad, 2,100 dólares.

Hay otro fenómeno que el Canciller, y todos los que piensan como él respecto a las posibilidades dominicanas de comercio con África parecen ignorar o creer que otros ignoran: la relación comercial de los países subsaharianos con China, que preocupa seriamente a Europa y a los Estados Unidos. Un artículo escrito por Jian-Ye Wang y Abdoulaye Bio-Tchané y publicado en la web del FMI ilustra bastante al respecto. Lo recomiendo.


¿Exportar a África desde la República Dominicana? Pretexto baladí para este viaje de placer, consorte incluida, que nos duele a todos en las costillas. Lástima.