Quiere decir que ahora el presidente Leonel Fernández, quien alegando razones de “humanidad” puso en libertad a Vivian Lubrano, condenada en los tribunales a cinco años de cárcel por el fraude en Baninter, se rasga las vestiduras porque una jueza cambió, respetando la presunción de inocencia, la medida de coerción a Sobeida Félix Matos, vinculada al lavado de activos del narcotráfico y ahora “prófuga”.
Quiere decir que ahora el presidente Leonel Fernández, que jamás ha encomiado las sentencias en los casos de fraudes bancarios como ejemplares resarcimientos de la sociedad ofendida y dañada por la corrupción privada sino que, por el contrario, continúa culpando al gobierno de Hipólito Mejía de haber provocado la debacle, critica las “notorias deficiencias” del sistema judicial.
Quiere decir que ahora el presidente Leonel Fernández, que ha banalizado cuanta acusación de corrupción se ha hecho contra sus funcionarios, con pruebas irrefutables y hasta con confesión de parte, se queja de las “amargas experiencias” de las que es responsable el sistema judicial.
Quiere decir que ahora el presidente Leonel Fernández saca del sombrero el conejo de su enojo con la Justicia, pero no se pregunta quién, durante años que empezaron en su primer gobierno de 1996, protegió a José Figueroa Agosto procurándole documentación falsa, carnés de los organismos de inteligencia, impunidad para frecuentar sin la más mínima preocupación lugares y círculos sociales de gente “bien”.
Quiere decir que ahora el presidente Leonel Fernández, sin el más leve asomo de sonrojo, toma como chivo expiatorio del auge del narcotráfico a los tribunales, pero no se inquieta por saber cómo fue posible que el narco Figueroa Agosto lograra escapar de un edificio ocupado y sitiado por agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas, tan requetecontraefectiva con los traficantes de poca monta en los barrios pobres.
Quiere decir que ahora el presidente Leonel Fernández la carga contra terceros, pero no averigua las razones por las cuales el Ministerio Público no apeló, antes de abandonar estrados, la decisión de la jueza Rosanna Vázquez, sobre todo cuando sabía, o sospechaba, que Sobeida Félix Morel era de “alta peligrosidad social” y una prófuga en potencia. Lo hace, ¡vaya sentido de la oportunidad!, veintiún días después, cuando la fuga es irremediable.
Quiere decir que ahora el presidente Leonel Fernández les da paternales “cocotazos” a sus autoridades –todas nombradas por él— del Ministerio Público, de las Fuerzas Armadas, de la Policía y de la DNCD, a quienes dice que está preocupado por lo acontecido, y ni se le ocurre preguntarles dónde estaban cuando Félix Morel volvió a su casa.
Lo que digo yo, y puedo estar equivocada, es que al presidente Leonel Fernández esta alegre despreocupación de sus autoridades en un caso rodeado de rumores, le viene como anillo al dedo. Nadie habla ya del asesinato por la policía de Cecilio Díaz y William Batista Checo, entregados vivos por la comunidad que los detuvo. Ni de las muchas dudas sembradas por el “secuestro” de Eduardo Baldera Gómez, ni de la misteriosa organización terrorista “Nación Solidaria”, cuyos “peligrosos miembros” deben estar riéndose hasta la última muela, complacidos de este repentino y provechoso olvido.
Lo que digo yo, por último, es que el país no merece tanto presidencial cinismo.
Quiere decir que ahora el presidente Leonel Fernández, que jamás ha encomiado las sentencias en los casos de fraudes bancarios como ejemplares resarcimientos de la sociedad ofendida y dañada por la corrupción privada sino que, por el contrario, continúa culpando al gobierno de Hipólito Mejía de haber provocado la debacle, critica las “notorias deficiencias” del sistema judicial.
Quiere decir que ahora el presidente Leonel Fernández, que ha banalizado cuanta acusación de corrupción se ha hecho contra sus funcionarios, con pruebas irrefutables y hasta con confesión de parte, se queja de las “amargas experiencias” de las que es responsable el sistema judicial.
Quiere decir que ahora el presidente Leonel Fernández saca del sombrero el conejo de su enojo con la Justicia, pero no se pregunta quién, durante años que empezaron en su primer gobierno de 1996, protegió a José Figueroa Agosto procurándole documentación falsa, carnés de los organismos de inteligencia, impunidad para frecuentar sin la más mínima preocupación lugares y círculos sociales de gente “bien”.
Quiere decir que ahora el presidente Leonel Fernández, sin el más leve asomo de sonrojo, toma como chivo expiatorio del auge del narcotráfico a los tribunales, pero no se inquieta por saber cómo fue posible que el narco Figueroa Agosto lograra escapar de un edificio ocupado y sitiado por agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas, tan requetecontraefectiva con los traficantes de poca monta en los barrios pobres.
Quiere decir que ahora el presidente Leonel Fernández la carga contra terceros, pero no averigua las razones por las cuales el Ministerio Público no apeló, antes de abandonar estrados, la decisión de la jueza Rosanna Vázquez, sobre todo cuando sabía, o sospechaba, que Sobeida Félix Morel era de “alta peligrosidad social” y una prófuga en potencia. Lo hace, ¡vaya sentido de la oportunidad!, veintiún días después, cuando la fuga es irremediable.
Quiere decir que ahora el presidente Leonel Fernández les da paternales “cocotazos” a sus autoridades –todas nombradas por él— del Ministerio Público, de las Fuerzas Armadas, de la Policía y de la DNCD, a quienes dice que está preocupado por lo acontecido, y ni se le ocurre preguntarles dónde estaban cuando Félix Morel volvió a su casa.
Lo que digo yo, y puedo estar equivocada, es que al presidente Leonel Fernández esta alegre despreocupación de sus autoridades en un caso rodeado de rumores, le viene como anillo al dedo. Nadie habla ya del asesinato por la policía de Cecilio Díaz y William Batista Checo, entregados vivos por la comunidad que los detuvo. Ni de las muchas dudas sembradas por el “secuestro” de Eduardo Baldera Gómez, ni de la misteriosa organización terrorista “Nación Solidaria”, cuyos “peligrosos miembros” deben estar riéndose hasta la última muela, complacidos de este repentino y provechoso olvido.
Lo que digo yo, por último, es que el país no merece tanto presidencial cinismo.
Tocaya, mi admiracion sigue creciendo, su coraje mostrado a travez de toda la historia. No dejan espacio para la duda de su compromiso con un pais libre, soberano, pulcro y libre de pliticos corruptos y traidores al interes nacional.
ResponderEliminarMis respetos y admiracion siempre!
Margarito De Leon
Asi es margarita, Leonel Fernandez es el jefe de todos los jefes de los organismos de seguridad del estado, el nombro a los jefes de g2,j2,dni,dncd y demas.(en minuscula por que no merecen mas de ahi)
ResponderEliminarAhora hace una escena tipo cualquier novela villajuanesca sobre este caso tirandole culpa a todo menos a el mismo quien al final es el responsable de esto.
Este figueroa agosto es un capo que movilizaba mas droga que quirino, el capo mas grande del caribe..y se "escapo"
Este capo, segun un legislador, movio durante anos mas de 700 millones mensuales en GANANCIAS del trafico de drogas.Tanto Dinero es imposible de mover sin la complicidad de mucha gente "importante".
No dude usted margarita , que la DEA detectara la presencia del capo agosto y la seguridad del estado "cooperara" en su captura, simplemente auyentandolo.
Hoy el presidente en un acto de cinismo del tipo poncio pilatos se la va manos e iresponsablemente le tira la pelota a sus empleados, ante la privada pero energica protesta de la embajada americana por la "negligencia" del gobierno.
yuri
Entonces quien si debe continuar o volver al poder es Hipólito y/o el PRD? tal vez estemos mejores, verdad que si?
ResponderEliminarAl anónimo de la pregunta: ¿Usted que cree?
ResponderEliminarEso Explota Margarita! Estamos tocando fondo, llegando a donde ya la guagua esta de pais no avanza y nos desmontamos todos. un dia va a amanecer la calle de mi barrio llena de brea quemada, los colmados saqueados y carajitos comiendo mocos de desayuno escolar, de piedras en las venas de mis contemporaneos, de jipetas parqueadasa en el patio de lo perros. Quizas suene a Metafora, pero cuando toquemos fondo, quizas comenzaremos a exigir cambios y planear una nueva sociedad carajo.
ResponderEliminarNo se, como usted trajó en el período del PRD y nunca escribio algo como esto y mire que si pensamos en como andaba el pais en ese momento nos damos cuenta que sí habia material de sobra para hacer artìculos como este. No es que las cosas marchen bien, pero se que si etuvira el PRD en el poder, este artículo sería diferente y lo sabemos.
ResponderEliminarSra. Cordero, admiro su trabajo desde Teleantilla, tuve que abandonar mi R.D porque no podia seguir sin esperanza de mejoria.
ResponderEliminarPero nadie se pregunta en Sto Dgo. como es posible que un Presidente nunca de una rueda de prensa, Obama es mas importante que el y lo cuestionana en todas las oportunidades que sale al publico los periodistas. Hagan un ejercicio sobre eso
"The lesser of two evils is still evil" o "El menos malo de dos malos es todavia malo".
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