Víctor Grimaldi Céspedes ha sido siempre un
personaje patético. Ahora, el embajador dominicano en El Vaticano está
obsesivamente empeñado en trastocarse en detective. No en el elegante e inteligente Poirot, sino en
el zafio “brazo tonto de la ley” que es
Torrente.
No sigo sus andanzas, pero de él
tengo algunos recuerdos. Por ejemplo, que
en mayo de 1990 la mayoría de los dominicanos y dominicanas nos fuimos a la
cama seguros de que nuestro voto –incluido el mío, que por única vez fue
morado— había cambiado el rumbo del país. Despertamos a una pesadilla. Grimaldi,
entonces jefe del Departamento de Comunicación e Informática del Partido de la
Liberación Dominicana –es graduado en Ingeniería de Sistemas de Intec--, cerró
abruptamente el centro de cómputos peledeísta en la madrugada del 17 de mayo y el
día 20, cuando aún la Junta Central no oficializaba resultados, proclamó
ganador a Balaguer por 3,905 votos.
El desconcierto provocado en el
peledeísmo por la traición de Grimald fue anonadante. Ningún miembro del PLD se explicaba entonces cómo
no pudieron prevenir la infamia. Yo, desde el desaparecido periódico El Siglo y
el espacio de televisión Uno+Uno, asumí el combate contra el fraude al PLD. Grimaldi
respondió mis alegatos en un comunicado en el cual afirmó que prefería golpear
al perro (yo), que al amo (el PLD y Bosch). Y despotricó en contra mía.
Ahora, repito, Grimaldi está
empeñado en agregar a su cambiante carrera profesional el oficio de sabueso. Y
me ha elegido a mí como sospechosa experimental.
¿Por qué? Las hipótesis podrían ser muchas. Pero ahí estoy, calificada de “mano
diestra” que comanda los actos de piratería informática que han sacado a la luz
algunos datos comprometedores para el Gobierno, sus funcionarios y candidatos.
Para imputarme, Grimaldi pide
recordar dónde trabajaba yo durante el gobierno de Hipólito Mejía. Ahí habría
aprendido, sugiere, las artes del pirateo. Ciertamente, ocupé la representación
de los consumidores en el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones
(Indotel), cargo en el que sustituí a Margarita Cedeño, posteriormente de
Fernández. Ocupé incluso su despacho.
No voy a discutir aquí la crasa
ignorancia, por no decir mala fe, de Grimaldi sobre la naturaleza del Indotel, un
ente regulador. Lo suyo no es ser lógico, la sensatez no forma parte de su
perfil psicológico. Sí forma parte de este la proclividad a manipular la
realidad, que, reitero, en 1990 dejó secuelas nefastas para el país.
¿Soy yo el verdadero blanco de
sus acusaciones o lo es el medio para el cual trabajo? Quizá una combinación febricitante de ambas cosas,
propia de su personalidad, excitada en estos momentos por el clima cada vez más
enrarecido para las libertades democráticas y para el disenso. Si me callan –o me
callo por miedo— y callan a 7dias.com.do, habrá dos clavitos menos en el zapato de la
dictadura constitucional que se afianza cada día en el país. Junto a otros de su misma ralea, Grimaldi sueña
con una sociedad monocorde. Por eso no para mientes en la irracionalidad de lo
que dice. Lo suyo es azuzar al poder para que muerda a quienes molestan.
Frente a sus acusaciones podría
reaccionar llevándolo a los tribunales. Le auguro que se las vería negras. Que no
le iría tan fácil como cuando mató de siete balazos a una cerdita vietnamita,
mascota de una vecina. Pero no voy a hacerlo.
Lo que sí continuaré haciendo es escribir
en todos los medios a mi alcance. Y él no podrá impedírmelo. Ni nadie.
(Este artículo fue publicado originalmente en el periódico Hoy de la fecha)
(Este artículo fue publicado originalmente en el periódico Hoy de la fecha)
Te admiro! Te admiro! Te admiro! Eres de raza!
ResponderEliminarDinorah
Sara, muy bueno. Como de costumbre, te felicito y apoyo.
ResponderEliminarEl desubique de Grimaldi no es patetico...es simplemente incomprensible a menos que ud. busque las causas de porque esta en Roma. Las sotanas lo apasionan aunque lo oculte a duras penas. Su historia no es historia...es un accidente de su propia vida. Asi terminara...diluido sin ton ni son a menos que el son de su existencia suene en algun lugar diferente al que hoy se encuentra. Pobre desasitiado social...ya no sabe ni escribir ni de su pasado... porque ni siquiera eso ha quedado registrado en los anales logicos de su propia existencia.
ResponderEliminarMe encanta tu forma directa a la hora de escribir, pero sobre todo de responder a los que te atacan.
ResponderEliminarMuy bien Margot, te felicito por la valentía y la necesaria aclaración hecha en tu artículo. Debemos mantenernos en pie de lucha para evitar que se pierda lo que tanto nos ha costado, una democracia frágil pero que podemos consolidar si nos oponemos a tanto desatino del poder y sus adlatres. Cuenta conmigo.
ResponderEliminarExcelente respuesta Margarita. Gracias por refrescarnos a quienes en ese momento no pudimos registrar los acontecimientos acerca de quienes han tenido responsabilidades en la falta de institucionalidad existente en nuestro pais y, lo peor, sigamos siendo "aspirantes" a constituirnos en nación. Si decides llevarlo a los tribunales, cuenta con nuestro apoyo.
ResponderEliminarAbrazos,
Myrna
Lo que me encanta de SARA, es que al igual que yo, tomamos JARABE PARA LA MEMORIA, y cuando estos REPTILES se esconden y aparecen subrepticiamente ante el espectro publico, recordamos ipso-facto sus despredaciones, la hora el momento exacto en la que destrosaron las aspiraciones y los anhelos de este sufrido pueblo dominicano, pero lo mas indignante es que estos DEPREDADORES no reflexionan y la palabra Verguenza, no es parte de su entorno.
ResponderEliminarGrimaldi siempre me ha parecido un Tonto ilustrado.
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